lunes, 17 de febrero de 2014

Celos I: El celo imposible.

A mi amiga Flora no le preocupan las chicas lindas que su novio puede mirar en la calle. No le importa cuando él se da vuelta y le mira disimuladamente el culo, o dice al pasar, qué gomas, ¿viste?
Lo que mi amiga no tolera y la pone como Hulk son las actrices. Odia a todas las actrices y más a las que le gustan a su novio.
Le brota un odio encarnado que la hace cambiar de canal si aparecen, o asentarle encima y restregarse bien el trasero para evitar que vea cualquier  imagen de película, y haga el comentario no deseado.
Atenta al mínimo detalle. Un sutil cambio en la respiración, una dilatación leve de pupilas, o la atención de más de un segundo sobre la pantalla,  termina en: sos un tarado.
Insulto suave, indicio de que una tarde de perros se aproxima. O el infierno, si él osó mencionar alguna parte bella del cuerpo o alguna buena cualidad de la Otra tan temida.

Aunque le diga que es imposible (que nunca va a suceder, que se quede tranquila, basta loca) no hay caso. Creo que le teme más a lo real, que a la fantasía. Y es que si él la tuviera enfrente, sin dudar, se iría con ella.

sábado, 8 de febrero de 2014

La novela burguesa, el matrimonio como un lugar feliz

Elena Linshanskaya


(Basado en el modelo típico del casado con hijos.)


El marido burgués construye su vida alrededor de la familia.

Por ella ha renunciado  a su libertad, a sus días adolescentes, a su parranda universitaria, a su madre, a los domingos.
Posterga todo en pos de el bienestar. Su casa, sus hijos, su pileta,de los que no puede disfrutar porque  sacrifica 14 horas trabajando para sostenerlos.

Padre abnegado, esposo ideal, lobo de Wall Street. 

Pequeñas delicias del la vida conyugal: 
la Amante.

 Alivio y solaz de toda amargura, la mujer oculta. La que lo escucha en la sombra, el verdadero amor.

Los amantes mariposa
Sólo ella es quien puede llenar su vacío individualista,
sin exigirle obligación alguna. Santa cortesana, compañera de su mortal aburrimiento, hélice y pivote del sufrimiento que carga, peso moral impuesto que no lo deja blanquear su a corazón a viva voz, culpa del vil propósito del matrimonio, que insiste en no dejarlo gozar. 

Ella, mujer secreta. Ella, quién exprime su esencia vital en gotas sudorosas hechas de la más plena y orgiástica felicidad, exhausta por brindar placer al semental dionisíaco agobiado por la cultura.

Reglas para el marido burgués:

1. El buen marido no sale de noche.
2. No regresa a casa sin avisar.
3.El horario de La Amante es en o durante horas de oficina.

Excepciones:  si tiene valor y dado un acto de exagerado coraje, se permite un After a la semana, en un turno los jueves, (los viernes son para los amigos), un polvo de dos horas y  a casa.

Todos felices, comen perdices.

Entretenimientos y tareas:

Ni la cerveza, ni el fútbol, ni babear semidormido en el sillón. No. El hobby es y será reunirse con otro matrimonio burgués, comer asado, hablar de política, economía, globalización, dolarización, cambio y devaluación.
Después, volver a casa, tomar la pastilla, leer el diario, amargarse con el noticiero, sumar gastos, jugar al Sudoku, y,
 basta de diversión, que mañana es lunes.

Las vacaciones en familia:

El eterno retorno ininterrumpido a las obligaciones sufre una variación.
Las vacaciones exigen un paréntesis en la organización rigurosa de las cosas.
Con ellas hay exceso de esposa y niños, de tiempo libre.
 El ocio le causa estrés, tanto, que al pisar la playa desea volver al trabajo.

En la arena recuerda las piernas de su amante, la sensualidad con que lo recogen una vez a la semana, la bata rosada con plumas. el aroma a vela de vainilla se le pierde en la imaginación, mientras, su esposa y sus hijos le piden que les compre unos churros.

El descanso de un hombre sensible.

Es en ella en quien descansa. En su frescura, en sus alas. 
Ella, quién lo abraza, ella lo curar del descanso.
Lo libera, alivia el vértigo  de esas interminables vacaciones.
Sí. Sentimiento al fin.
Le promete amor eterno. 
La vida es ese rato, una vez a la semana.

La cruda verdad

El hombre burgués sufre. Pero de aburrimiento. El tedio, su fiel compañero de horas pérdidas.
 Hombre sin imaginación, cobarde de libertad. 
Lobo estepario, sólo y triste en el mundo hostil.

Su vida es y será el trabajo. De ese hilo pende su historia.
 Por siempre y hasta jamás.




viernes, 7 de febrero de 2014

jueves, 6 de febrero de 2014

Amigas


Por esas amigas que te hacen sentir menos loca cuando se unen a tus locuras 

Amigas hay muchas.

Hoy me da por hablar de las que siempre se aburren.
Te llaman por teléfono y empiezan con "- Holaaaaaaaa- " y estiran la "A" igual que el asunto del que te hablan y cuentan lo que les pasó con fulano o mengano por horas.
Para eso, digitan al momento de subir a colectivo y dicen: espera! (y una espera) mientras escuchas al colectivero que dice, ¿Cuánto?, y ella,  dos con cincuenta. Caen las monedas, y vos ahí, escuchando hasta que al fin logra sentarse y entonces habla y habla, hasta llegar a destino. ¿Nuestra vida? Detenida. No te  pregunta si estas ocupada, enferma o con ganas de vivir. Hasta que, uy, te cuelgo que lleguè,  dice, y adios.


Vos realmente la querés, entonces la llamás para ver cómo anda. ¿Qué tal? le preguntás, y ella, ¿salimos?  Bueno. Te ilusionás, seguro tiene una propuesta genial. Pero no. Ahí vamos, bajo este calor infernal, vidriera tras vidriera, bar tras bar, de un lado para otro, sin detenernos.
Ella, buscando la sorpresa permanente, nosotras, Una flameando detrás.
Hasta que terminamos en sus lugares habitué, repletos de sus conocidos que la hacen protagonista. ¿Y una? en segundo plano, y nada de discutir que se ofende para siempre.

Adoradoras del blanco o negro, amiga, sos la más buena, o se acabó, y sos la peor de todas.

Epílogo: 



Si tenes una amiga que ensaya el "llame ya", es tan  caprichosa como divertida,  va por todo cuanto se le antoja, nada la sorprende y todo le dura un abrir y cerrar de ojos: ¡disfrutala!
Esta amiga te enseña que la vida es un instante y que con ella cada segundo puede ser intenso e irrepetible.
No le des importancia  a lo sutil y aprovecha a ese tesoro que dios te puso en el camino. 



No te enamores de una mujer o de un hombre que...


"No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe...
No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca.
 No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma.
No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música. No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y vertigue un inmenso horror por las injusticias.
Una a la que le gusten los juegos de fútbol y de pelota y no le guste para nada ver televisión.
Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo.
No te enamores de una mujer intensa, lúdica y lúcida e irreverente. No quieras enamorarte de una mujer así.
Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no,
de ella,
de una mujer así,
jamás se regresa."                                       Martha Rivera-Garrido
                                                            Poeta, narradora, ensayista y dominicana.

Yo me enamoraría de un hombre  intenso y lúdico, irreverente y rebelde que se horrorice ante la injusticia y al que le guste jugar.
Y si  ríe o llora haciendo el amor, y si ama la poesía, y si se enamora de mí, creería que el Paraíso existe.